jueves, 20 de junio de 2013

FRUTILLITA: LA VIDA EN COLORES





¿Trabajar hasta morir, es la condena de los mortales? ¿Quién nos ha impuesto esa carga inexorable y pesada. Somos homo economicus? 

La tiranía de producir bienes/frutos hasta cierto límite de la vida sería justo para luego disfrutarlo con gratitud, alegría. Sin embargo trabajar hasta la muerte sin salario ni cuidado para personas ajenas, es triste y ni la dureza del alma logra comprender. Don Fructuoso trabajaba a pesar del peso de sus 83 años lejos de sus familiares cuidando una “quinta” o corral de vacas; su dormitorio en una frágil casa de motacú, su cama sobre frías tablas de madera, con la compañía de gallinas y perros. Los ladrones lo asaltaron durante tres ocasiones para despojarlo de sus pertenencias.

Fue aliviado de su peso en ese potrero a una distancia de una hora y 15 minutos de El Torno por Willian Villagómez. Ahora en Centro de Ancianos Vida Feliz él se destaca porque viste de colores, irradia alegría lo llaman “frutillita”. Con don Fructuoso se inició el Proyecto del Albergue para transición de ancianos-pacientes del hospital y su casa, que luego de sus cirugías retornen sanos al campo, un lugar de seguimiento médico, para casos extremos, vivienda para ancianos del campo. El proyecto consta de 70 mil $us aún se encuentra en proceso de construcción.






Don Fructuoso - Frutillita
    
Proyecto Albergue

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